Hombres G, Sex Pistols, Police, Kiss, Tequila, The Doors, Heroes del silencio, Zarama, Distorsión, Vómito, Spandau Ballet... Es el signo de nuestro tiempo, bien sea por la escasez de ideas originales, bien sea por el conservadurismo de los promotores, están de moda los revivals. Viejas leyendas se vuelven a reunir a pasar por caja, una razón totalmente legítima para todos aquellos que comprendemos lo que es pasarlas putas en el asunto monetario, si ya lo dijo Johny Rotten: "hemos encontrado una causa común para volver, vuestro dinero" La convocatoria de este tipo de eventos suele ser un éxito garantizado, los viejos fans acuden a ciegas en un vano intento de recuperar la magia de un pasado viciado por el sucio filtro de la nostalgia.
Y así llegamos al evento de marras: el reencuentro de los miembros ejecutores del fanzine suicida Tendencias Suicidas varios lustros después de su desaparición. Recapitulemos y hagamos una breve exposición para el lector que no sabe de qué hablo y ya empieza a perder la paciencia:
Gran Bilbao, 1994. Era un mundo diferente, que digo diferente... era otro mundo. No había emails, no había feisbuk, qué cojones, ni siquiera había windows 95. Por no haber, no había si quiera hora de cierre en los bares.
En este mundo preAzkuna en el que no existían cámaras digitales y donde el porno se consumía en VHS, el comic todavía conservaba su pegada. Hasta Natxo Allende era dibujante (que por algo digo lo del porno)
Es en un taller de dibujantes de comic donde se produce el fructífero encuentro de los hermanos Loizaga y RojoRojo, tras el típico sondeo de gustos cinematográficos y tebeiles, los tres tuvieron la idea de crear un fanzine con las historietas gráficas como leit motiv de la publicación. Así es, una idea tan innovadora como la de crear un grupo de rock, qué se le va a hacer.
Tras una serie de reuniones en El Pote, la idea se hizo papel y en enero de 1995 sale a la calle Tendencias Suicidas. Creado por Floren y Rober Loizaga, César Rojo, Jesús Susilla y Alex Orbe. 52 páginas y 1000 ejemplares de tirada. La experiencia debió de ser buena pues, tras otra serie de reuniones y/o discusiones en El Pote, sale en junio de 1995 el segundo número Tendencias Urbanas. Aquí la publicación se decanta por cambiar el nombre según el tema que aborden sus historietas. Los coordinadores siguen siendo los mismos: Loizaga Bross y RojoRed. Los colaboradores aumentan, a Alex Orbe se unen Ricardo Arjona, Carlos Cristobal, Pedro y Aitor Gabiola, J.M. Hernández, Raquel Rojo, Gorka Vázquez y Alexander Zárate. Jesús Susilla abandona incapaz de proyectar en un papel la tercera dimensión. Este número también tiene 52 páginas y la tirada sube hasta 2000 ejemplares. Todos parecen contentos, los coordinadores satisfechos por mejorar el primer número, los amigos de los colaboradores les dan palmaditas en la espalda al grito de "eres el puto amoooo" y los medios comen en sus palmitas alabando la calidad del número.
Ante esta inyección de autoestima los coordinadores de Tendencias se toman unas birras en El Pote y ebrios de SanMigueles y euforia deciden ir a por el tercer número. Éste se llamará Tendencias Psycho y tendrá una tirada de 3000 ejemplares.
Hasta aquí es el auge, ahora llega la caída:
Los coordinadores olvidando su faceta de artistas y dejándose llevar por su labor de coordinadores, deciden cambiar de maquetador. Este gesto judío será su fin. El nuevo maquetador la caga. Lo pone todo así como desordenado y feo, repite dos de las páginas y deja otras sin poner. En fin, un desastre. El número aunque terminado jamás llegó a sus puntos de distribución. La cúpula de Tendencias abandona al ritmo de ya llegó, ya llegó, es el fin... de Eskorbuto y se van a tomar unas birras al Pote.
Y esto es, amigo lector, lo que yo oí en el reencuentro Tendencias Again celebrado en El Pote la primera semana de este julio. A RojoRojo lo tenemos ya más que visto serviendo Bocks, Erdingers, Sanmigueles y Leffes, a Floren Loizaga lo tenemos visto de las porras alonsianas y algún que otro futbolín, pero la expectacción era máxima ante el rumor de que iba a aparecer Rober Loizaga, el autor de la mítica El profesional (Tendencias Urbanas). Y en efecto, apareció con su perenne sonrisa y nuevas e innovadoras ideas sobre comics y camisetas.
Después también tuvieron tiempo para la esperada firma de antiguos ejemplares de tendencias.
Y tal fue la euforia que se creó en la atmosfera del Pote aquel día, que un grupo anunció entre hipos la creación de un nuevo fanzine, aunque éste sería de corte literario pues quienes anunciaban entusiasmados la feliz idea no tienen ni puta idea de dibujar. O tal vez sí, pues los promotores del nuevo fanzin, pedían entre gritos y lágrimas, ay la cerveza, alguna colaboración de los comic-eros en el futuro.
P.S: Semanas después apareció otro colaborador, el hoy realizador de cine Gorka Vázquez (¿ven cómo han cambiado los tiempos?) No quiso hablar para nada de su pasado en el comic e insistía en su nueva creación: el último videoclip de Fito del que me niego a poner el enlace.
Bueno, diré que se titula Antes de que cuente diez
Jimadowski
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